Desde el principio de sus palabras, nuestro párroco D. Juan Carlos Morales Morell, nos anima a iniciar la peregrinación cuaresmal como camino de renovación y conversión en el que salimos al encuentro de la Misericordia entrañable del Padre.(…) Camino que “irá identificándonos cada vez más con Cristo y preparándonos para renovar, en la noche santa de la Resurrección, la gracia bautismal.”
Este camino de misericordia y conversión nos viene marcado por la misma liturgia dominical en la que seguiremos al evangelista S. Lucas: Con el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto (Lc 4,1-13), Domingo I; en el relato de la Transfiguración, en el Domingo II. Por medio de la parábola de la higuera sin frutos (Lc 13,1-9), Domingo III, cada cristiano será estimulado a superar la dureza de mente y corazón. La parábola del padre misericordioso (Lc 15,1-3.11-32) del IV Domingo, y el pasaje de la adultera perdonada (Jn 8,1-11) del V Domingo, que vuelve a llamar a cada bautizado a abrirse al perdón incondicionado de Dios que, en Cristo, renueva todas las cosas.
Recorrer este camino en todas sus etapas es fundamental para llegar a la alegría pascual. Sólo quien se deje interpelar por la Palabra, quien abra su corazón a Dios, quien sea capaz de descubrir su pequeñez y necesidad de perdón, quien con humildad y dolor de corazón se acerque al Sacramento de la Reconciliación y se deje abrazar por el abrazo de la Misericordia podrá llegar a experimentar en su vida la gran Alegría de la Resurrección, la alegría del perdón, la alegría de la salvación.
Celebraciones del Miércoles de Ceniza:
17 h. Celebración para los niños
18 h. Misa en Celín
19 h. Misa en Dalías
21 h. Celebración de la Palabra

Hoja Parroquial 12 10 Febrero 2016